Los
menús de muchos restaurantes esconden pequeños secretos de marketing que juegan
con nuestra psicología para “ayudarnos” a elegir (lo que al empresario le
conviene).
Todos
los esfuerzos publicitarios son pocos para atraer a los clientes a las puertas
de su restaurante y, una vez dentro, el objetivo es que gastemos el máximo
dinero posible en el establecimiento.
Hay
toda una ciencia en cuanto al diseño de menús de restaurantes: el tamaño, el
tipo del papel, el número de hojas, la tipografía, la jerarquía de platos... En
el Culinary
Institude Of America incluso existe una asignatura dedicada
íntegramente a la Ingeniería de Menús, donde se aprende a aplicar
conocimientos técnicos de disciplinas como el marketing
o las tecnologías
culinarias para maximizar su rentabilidad.
- Estas son las diez 10 amenazas a las que debemos estar atentos a la hora de pedir en un restaurante. Hay que desconfiar de:
#1.
Las cartas en las que no aparecen los precios alineados en columnas. Cuando el coste del plato aparece
camuflado junto a la suculenta descripción, evitan que se haga un cálculo
rápido de lo que costará la cuenta.
#2.
Los platos que aparezcan en el lado superior derecho de la carta. La visión humana tiende a empezar
por esta zona del menú y allí siempre se encuentra lo que les interesa vender,
ya sea por rentabilidad o por su alto precio.
#3.
Los primeros y últimos platos de la columna de sugerencias. Las personas solo nos quedamos
con los platos que se colocan en estas posiciones olvidándonos de todos los que
aparezcan entre medias.
#4.
Los signos que ensalcen un plato como especial de la casa, nuevo, etc. Suelen encubrir platos con
pingües ganancias para el dueño del negocio.
#5.
Las descripciones coloristas llenas de palabras gancho como ecológico, asado en
horno de leña, de la lonja, del mercado, crujiente o marinado. Son palabras que excitan el
apetito generando una imagen del guiso que nos hace salivar y pedir con la
tripa.
#6.
Platos sofisticados y suculentos y caros situados cerca de los mas sencillos. Al compararlos nos decantaremos
impulsivamente por el que más les seduzca sin pararnos a mirar el precio.
#
7.
Las zonas recuadradas o subrayadas ya que es aquí donde sitúan los platos más lucrativos
para el establecimiento.
#8.
De platos con precios escandalosos justo antes o después de uno con un precio
inflado para lo que ofrece. Un ejemplo: Huevos de codorniz, salmón ahumado y caviar
Beluga a 48,60 euros situado justo encima de otro compuesto por una yema de
huevo trufado con crema de alcachofas, espinacas y foie a nada menos que 25,92.
#
9.
De las recomendaciones que aparecen adheridas al menú principal. No siempre, pero puede que el
cocinero se quiera deshacer de ciertas piezas que no ha conseguido sacar en
servicios anteriores.
#10.
La contraportada o de la ultima página, son el trastero de los platos. Aquí se destierra a los menos
solicitados o a los alimentos y bebidas más básicas como refrescos o cafés.
Resulta parecido a lo que ocurre en los supermercados en los que la leche o lo
huevos (bienes de primera necesidad) están colocados al fondo de la tienda con
el objetivo de conseguir compras impulsivas de productos menos necesarios y más
caros por el camino.
Una
buena descripción de platos y un buen diseño en el menú puede incrementar entre
un 20% y un 30% la factura de un cliente, según aseguran varias webs dedicadas
al marketing hostelero. Las herramientas utilizadas son lícitas pero no dejen
atrás la astucia e intenten driblarlas a la hora de pedir la comida que
realmente quieren consumir.
Referencias:
http://smoda.elpais.com/articulos/los-10-secretos-oscuros-de-los-menus-de-los-restaurantes/1094
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